Con 90 millones de usuarios conectados, México es actualmente el segundo país con mayor número de usuarios de Internet en América Latina. Desde 2013, el acceso a Internet es considerado un derecho constitucional para todos los mexicanos, lo que evidencia la importancia del servicio en la sociedad contemporánea.
Aunque, de acuerdo con diferentes estudios, el 20% de la población aún carece de acceso al servicio. Asegurar que todos tengan acceso a internet va más allá de simplemente cumplir con una disposición constitucional, ya que ofrece la oportunidad de fortalecer la economía de la nación y garantizar el cumplimiento de otros derechos fundamentales, como el derecho a la privacidad y la libertad de expresión.
Actuar para garantizar la conexión en todo el país
Un problema de desarrollo social y económico llamado "brecha digital" afecta a los ciudadanos más pobres de la nación, que suelen ser los que permanecen aislados de la red.
La reforma de telecomunicaciones de 2013 fue el primer paso para que el gobierno se responsabilizara de otorgar acceso a la red como si se tratara de electricidad o agua.
Ha sido importante desarrollar en las personas las habilidades fundamentales para el uso adecuado de las herramientas tecnológicas, con el fin de que puedan navegar en Internet, crear documentos y comunicarse en otros idiomas, entre otras cosas.
Internet para Todos, una de las principales iniciativas gubernamentales para garantizar el derecho al acceso a Internet, se puso en marcha en 2019 y tiene como objetivo ofrecer servicios de telecomunicaciones sin fines de lucro, así como llevar conectividad de ancho de banda a través de cableado de fibra óptica a todos los mexicanos. Se trata de un programa muy ambicioso que, de tener éxito, beneficiará enormemente a la población. Sin embargo, ha tenido que superar varios retos, entre ellos la pandemia, que ha dificultado su avance.
Existen numerosos proyectos sociales en todo el país, además de los gubernamentales. Uno de los más notables es Rhizomática, que se inició en Oaxaca y tiene como objetivo proporcionar acceso a Internet a pequeñas comunidades mediante el uso conjunto de software y hardware de código abierto, así como de bandas de Internet designadas en la reforma de telecomunicaciones para uso social. De este modo, las comunidades donde se ha puesto en marcha el proyecto son las propietarias de los recursos infraestructurales.
¿Es factible obtener conexión internacional en el territorio nacional?
Como hemos visto, puede ser difícil garantizar que todos los residentes de una nación estén conectados con el resto del mundo, pero las ventajas obtenidas en términos de avance de la economía, la cultura y los derechos humanos son motivación suficiente para invertir y apoyar este crecimiento.
Es crucial tener en cuenta que el avance tecnológico también puede ayudar a facilitar el acceso de las personas a Internet. Por ejemplo, mediante el uso de la tecnología 5G, que ya está disponible en varias ciudades del país, será posible aumentar la cobertura y el ancho de banda de las conexiones inalámbricas, así como el número de dispositivos conectados, con una inversión inferior a la de las redes cableadas.
Esto indica que se podrán conectar más dispositivos en las grandes ciudades sin ralentizar la navegación, y será posible llevar un servicio de Internet de alta calidad a lugares con una recepción inalámbrica deficiente o inexistente. Sin embargo, no será posible cerrar la brecha tecnológica y beneficiarnos plenamente de la revolución digital hasta que los gobiernos, las instituciones privadas y el público en general trabajen juntos.